Por fin y tras tres meses sin aparecer por Telecinco, Jorge Javier Vázquez se puso frente a su nuevo programa "Cuentos Chinos" con el que pretende competir con el asentadísimo "El Hormiguero". No es fácil y eso lo sabe el propio Jorge que lo ha hecho público a través de las redes sociales. Pero había que intentarlo y se seguirá intentando.
Para comenzar hay que reconocer la enorme crisis de identidad por la que pasa Telecinco. La cadena que dirigiese Paolo Vasile que lideró durante años las audiencias de este país ha perdido el tirón mediático del que disfrutaba y ahora es superada incluso por La 1 de TVE que parece haberse aprovechado de ella y pasa ahora por un momento especialmente dulce. Ni series como "La que se avecina" que en tiempos disfrutó de grandes datos alcanzan hoy un audiencia aceptable en una cadena en la que nada parece funcionar al 100%. Anoche el segundo capítulo de la serie de Alberto y Laura Caballero se conformó con ser tercera opción. También hay que reconocer que la temporada lleva colgada en Amazon Prime varios meses ya.
Aunque la expectación por el regreso de Jorge Javier se había logrado crear, parece que no ha sido el suficiente para plantar cara a Pablo Motos y sus hormigas que anotaban diez puntos más que el presentador del extinto "Sálvame". Eso sí, no todo es culpa de la crisis por la que pasa Telecinco. "Cuentos Chinos" tiene ingredientes para triunfar y fracasar prácticamente a partes iguales. Entiendo que una vez estrenado solo quedará mejorarlo y pulir los errores que ayer pudimos encontrar en él.
Independientemente de cómo caiga Jorge Javier, lo cierto es que en el género de las entrevistas es un valor seguro porque da siempre espectáculo y chispa. Por eso no se entiende que los invitados al primer programa no durasen ni cinco minutos en la mesa y que fuesen tan flojitos. Por no hablar de la sección de Anabel Alonso que fue la que al menos a mí me hizo cambiar de canal. Otra vez la fórmula manida de comentar los videos que podemos encontrar en las redes sociales una y otra vez. Ser socorrido no es sinónimo de entretenido.
En su primer programa "Cuentos Chinos" fue un popurrí de cosas sin sentido ni orden ninguno. Teniendo a colaboradores tan válidos como Susi Caramelo, Anabel Alonso, Germán González o Josep Ferrer, solo tienen que centrarse en el invitado y que los colaboradores se acerquen hasta la mesa para interactuar con él. A partir de ahí la imaginación de "La Fábrica de la Tele" irá haciendo el resto. No tiene ningún sentido conseguir a un invitado para despacharlo en cinco minutos.
Entiendo que lo de ayer fue más una declaración de intenciones que el comienzo de un programa que pretende convivir con "El Hormiguero". Pero cuidado con eso porque la primera impresión es la que cuenta. La invitada de hoy es Bárbara Rey y en principio no creo que vayan a cometer el mismo fallo de ayer y hacerla ir al programa para aprovecharla solo un par de minutos. Porque entonces estaremos asistiendo a un verdadero cuento chino. Sin pies ni cabeza. Los seguiremos observando.
@ManoloDevesa