El cine americano ha sufrido un duro golpe porque se ha ido una de sus actrices más queridas. Una de las que a pesar del tiempo pasado sigue en un lugar privilegiado del imaginario colectivo. Oliva Newton-John se ganó el cariño del público gracias a su papel de la inocente Sandy en es joya del cine musical llamada Grease. Olivia ha fallecido a los 73 años de edad en California tal y como lo ha anunciado su propio marido en sus redes sociales quien la ha definido como "un símbolo de triunfos y esperanza durante más de 30 años compartiendo su viaje con el cáncer de mama".
Aunque ya antes había trabajado en éxitos musicales como 'If Not for You', 'Let Me Be There' o 'Have You Never Been Mellow', fue en 'Grease' con John Travolta cuando consiguió su total consagración.