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Channel: LA VENTANA CATÓDICA
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Cómo romper el clímax televisivo a costa de inflar el share en cinco sencillos pasos

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Quizás no estemos ante uno de los post que más visitas vaya a generar. Pero tenía muchas ganas de hablarles de televisión y en concreto del tema de las audiencias. Supervivientes continúa arrasando cada semana y eso es algo indiscutible. Jamás nos hubiésemos imaginado a Isabel Pantoja como concursante con todo lo que ello conlleva. Sin embargo el que el reality sea un éxito no quita para que se sirva de una serie de prácticas que tienen como objetivo inflar el codiciado share. Unas prácticas que se han extendido a prácticamente todos los formatos y que rompen el denominado clímax televisivo, tan importante en involucrarse en eso que están ofreciendo. Lo resumimos en analizamos en cinco sencillos pasos:

1. LA EXCESIVA DURACIÓN DE LOS PRODUCTOS TELEVISIVOS

Yo todavía recuerdo cuando un programa de televisión que duraba en torno a las dos horas ya era considerado largo. Hoy nos enfrentamos a programas que ocupan toda la noche y parte de la madrugada para matar dos pájaros de un tiro: por una parte abaratar costes ya que donde antes se emitían hasta tres espacios diferentes, ahora solo se emite uno y luego el tema de las audiencias que salen mucho mejor paradas ya que un programa puede tener al comienzo sobre las diez de la noche un modesto 12%-13% pero a la una de la madrugada puede rozar el 30% al no existir ya competencia alguna. De esta manera el dato general mejora notablemente. 

2. EL COLMO DE LA OBSESIÓN POR EL SHARE: DIVIDIR EL PROGRAMA EN DOS 

Otra de las estrategias cada más utilizadas en televisión es partir el programa en dos. Precisamente por lo que hablábamos antes. Si al comienzo del espacio el share es muy bajo alterará el cómputo global. Por lo que en un momento dado se corta y se vuelve a comenzar de cero. A la primera media hora o tres cuartos le llamarán Previo y tendrá una audiencia más bajita y problema resuelto. El resto “arrasará” porque se habrán quitado los datos más bajos de encima.

3. PÉRDIDA DEL RITMO TELEVISIVO

Una de las cosas que más valoro de un producto televisivo es el ritmo, algo que con esta técnica se ha perdido irremediablemente. Hablamos de series que han pasado de 60 minutos a dos horas. Eso conlleva crear tramas secundarias que a veces solo hacen ralentizar la marcha del capítulo. ¿No se os hace últimamente “La que se Avecina” un poco interminable? Con lo bonito que es la sensación de quedarte con ganas de más… En los programas de televisión pasa igual. Formatos que pueden estar despachados en menos de dos horas, superan las tres holgadamente. OPERACIÓN TRIUNFO o TU CARA ME SUENA, por poner dos ejemplos, han caído en la estrategia de alargarlos sin que aporte nada nuevo al espectador. Entre otras cosas porque no lo hacen aumentando el número de concursantes, sino que con los mismos van alargando el espacio con momentos la mayoría de las veces muy prescindibles.

4. DE LAS MENCIONES O TELEPROMOCIONES AL CLÁSICO “NOS LO CUENTA A LA VUELTA”

No hay cosa más lamentable que en medio de uno de los momentos más álgidos de una entrevista o un debate, el presentador interrumpa para anunciar una serie o un programa de televisión de la casa y dar paso seguidamente a un vídeo o directamente a la publicidad. Es el ejemplo más claro de cómo cargarse el clímax televisivo. Cuando el espectador está metido de lleno en el programa o el propio invitado ha logrado conectar con el entrevistador, esta práctica lo único que logra es hacer desconectar a la audiencia del programa y enfriar al propio invitado. Podemos estar hablando de una respuesta a una pregunta clave en un debate que es mejor responder al momento a unas emotivas declaraciones que en medio de ellas, te cortan para anunciarte el próximo programa de “Los gipsy kings“. Manda tela.

5. UNA PESADILLA LLAMADA CEBO

El cebo en televisión consiste en una técnica que lo que pretende es que no abandonemos el programa que estamos viendo. Te adelantan una parte del contenido pero no al completo. Los cebos han existido toda la vida en televisión. Solo que antes la espera no era tan larga y ahora estiran el chicle a niveles inimaginables. Los cebos se han convertido hoy día en una auténtica pesadilla. La prueba más clara la tenemos en el Supervivientes del pasado jueves. La esperada charla de Isabel Pantoja con Jorge Javier tras su enésimo intento de abandono se estuvo anunciando desde su comienzo a las diez de la noche y se llevó a cabo prácticamente pasadas las doce de la medianoche. En ese intervalo de tiempo, se anunció en cada corte publicitario, que fueron innumerables. Aunque lo peor de todo es que en muchas ocasiones esos cebos crean una expectativa que al final no siempre se cumplen.

Cuando a veces hablo de esa otra televisión que muchos disfrutamos en la década de los 80 y 90, hablo de una televisión que buscaba por supuesto la audiencia pero que no lo hacía a costa de cargarse ni la emoción ni el clímax que hiciese cómplice al espectador de lo que allí estaba pasando. Es como si los cinco últimos minutos del mítico “Un, dos, tres…” lo alargasen hasta los veinte con continuas menciones, cebos y pasos a publicidad. Hubiese sido un asesinato en toda regla.

@DoctorTele

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