La periodista malagueña volvió a Telecinco tras el ictus sufrido hace unos meses y el fin de QTTF. La nueva temporada televisiva trae a Campos una nueva faceta en la que al menos anoche no se la terminaba de ver cómoda: tertuliana de GH.
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| Teresa Campos con Jordi González |
Por mucho que Jordi González intentase vender su fichaje como "la primera mujer que habló de GH fuera de él", haciendo referencia al mítico corrillo de DÍA A DÍA, lo cierto es que a Teresa Campos no se la terminaba de ver cómoda. Ya su ubicación, apartada del resto de tertulianos llamó la atención. ¿Por qué está separada?
Teresa intenta adaptarse al nuevo panorama televisivo sin resistirse a perder la que ella considera su casa: Mediaset. Sin embargo, parece que para la cadena de Vasile no hay hueco para las Campos más allá de ser meras colaboradoras. María Teresa está acostumbrada a dirigir el cotarro ella. A lo largo de su carrera y hasta hace bien poco, disfrutaba de la conducción de programas que le proporcionaba la satisfacción de alguien que ama su profesión. Por eso probablemente, ayer se la veía desubicada y con un interés, al menos a primera vista, más bien nulo.
Teresa merece un programa propio. No hay nada malo en ejercer de colaboradora. El ejemplo más directo es el de su propia hija o Xavier Sardá que pasaron de ser auténticas estrellas a meros colaboradores. Pero el caso de Teresa es diferente. Teresa es un monstruo de la comunicación, un animal del directo de tres horas. O se adapta o estaremos ante los últimos trabajos de la popular malagueña.
@DoctorTele