Se va uno de los mayores profesionales de la televisión en España. Un derrame cerebral se lleva a Jesús Hemida a los 77 años: inventor de la tele matinal y la voz que nos llevó a La Luna allá por 1968...
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Jesús Hermida en A MI MANERA, programa de tarde que vino tras el éxito de POR LA MAÑANA |
Su peculiar manera de hablar creó escuela y sin duda será uno de los rasgos que el público recordará siempre junto a su flequillo. Hermida me hace viajar hacia la mejor época de la televisión. Allá por los años 80. Mentiría si dijese que lo conocí en la mítica retransmisión de la llegada del hombre a la Luna en 1968. Mis primeros recuerdos se remontan a 1987. Año en que TVE le encarga el matinal POR LA MAÑANA. Jesús Hermida se hace cargo de lo que por entonces se llamaba un programa "ómnibus". O sea, un magazin de cuatro horas de duración en una franja en la que según Jesús "quedaba por hacerlo todo" y eso hicieron.
Con Hermida junto a Chicho, yo descubrí desde mi pequeño salón de casa, el amor al medio televisivo. Las mañanas de la televisión repletas hasta entonces de repeticiones de programas y series, se llenaron de risas, entrevistas, concursos y el mayor plantel de colaboradoras hoy reconvertidas en estrellas televisivas.
Jesús demostró ser no solo un excepcional corresponsal de televisión si no un magnífico showman, que hizo todo lo que se puede hacer en televisión: desde desayunar en directo a montar su propio culebrón, entrevistar a estrellas de la talla de la mismísima Rocío Jurado prácticamente recién levantada a volver loca a la audiencia con sus numerosos concursos. Le sacó provecho a los playbacks de toda la vida convirtiéndolos en auténticos espectáculos. Tertulias, debates y hasta el APUESTE POR UNA que enfrentaba a una novata en cuestiones del entretenimiento María Teresa Campos con Patricia Ballesteros.
Aquel POR LA MAÑANA fue el precursor de todo lo que vino después en la mañana de televisión. Tan denostada hoy.
Jesús poseía esa atracción que solo lo tienen unos pocos rostros de los tantos que se asoman a la ventana catódica. Comprometido con su profesión, nunca decepcionó. Con un ojo clínico solo comparable con Ibañez Serrador, lanzó a la fama a Irma Soriano, Miriam Díaz Aroca, Concha Galán, Consuelo Berlanga, María Teresa Campos, Mariló Montero y un larguísimo etcétera. Hasta una por entonces jovencísima Terelu Campos ya trabajaba con él aunque detrás de la cámara. Creó un estilo. Una forma de hacer televisión. No había dos iguales.
Hermida le debe mucho a la televisión pero no más que la televisión a Hermida. Por eso, ahora que el maestro se ha ido, espero que el medio del que él forma una parte gigante sepa agradecérselo. DEP
Hermida le debe mucho a la televisión pero no más que la televisión a Hermida. Por eso, ahora que el maestro se ha ido, espero que el medio del que él forma una parte gigante sepa agradecérselo. DEP